viernes, 7 de marzo de 2025

El Teatro en el Renacimiento. 11. La Magia en la época Isabelina

Cerramos el capítulo con un par de referencias más al interesado que desee seguir tirando del hilo en todo este entramado de ideas, apenas una partícula de la punta del iceberg: El mercader de Venecia es una obra que gira en torno a la Ley y la Justicia y su penetración más allá de las apariencias. Se trata de principios emanados del Amor que constituyen la idea de Equidad, de ahí la balanza como uno de sus principales atributos, cuyo fiel nivelado simboliza el eje que atraviesa y religa los mundos o planos que figuran otros tantos grados o estados del Ser Universal. El equilibrio al que nos referimos, supone pues, el punto de cognición de todos esos estados simultáneamente, es decir la conciencia de Unidad.

En otro orden de cosas, la obra Cuento de Invierno representa quizá con más nitidez lo que ya se expuso con anterioridad acerca del traidor, en este caso figurado por la enconada ofuscación que hace mella en el rey de Sicilia, cuyas decisiones le traerán enormes calamidades que no obstante serán revertidas de acuerdo a lo que la profecía de Apolo indica: si lo perdido no se encuentra, el monarca vivirá sin heredero. Y ya que hablamos de oráculos, conviene no perder de vista jamás que el vaticinio en realidad, –nos referimos al auténtico y no a las copias adulteradas que se ofrecen a diario–, más que anticipar lo que se ha de cumplir en el tiempo sucesivo y lineal, enuncia lo que ya es un hecho.

Desde el comienzo se debe advertir que el espacio-tiempo oracular es completamente otro que el que reconocen, de ordinario, los sentidos. El tiempo oracular es siempre presente: lo que le ocurrirá al consultante ya le sucedió, y desde luego eso está pasando en el ahora, siempre perpetuo, y por eso constantemente actual.
Edipo ya está asesinando y cometiendo incesto cuando el oráculo se lo dice. Y entonces la importancia del drama o la comedia pasa a ser secundaria pues se le atribuye su justo valor, y los crímenes y la ceguera de Edipo sólo son efectos, prontuarios psicológicos, o crónicas policiales, cuando no son tomados en su auténtico ser, es decir como paradigmas que se proyectan en el destino de los hombres. La ciencia oracular es sagrada porque tiempo y espacio se conjugan en la simultaneidad del presente.
Por otra parte, el espacio ordinario es global, por él circulan indefinidas anécdotas y se interconectan miríadas de circuitos tan diferentes e individualizados entre sí como perfectamente vanos. Pero el espacio oracular se fija, inmovilizándose, y el tiempo, abolida su dimensión sucesiva, refleja un hecho, fenómeno, o cosa, lo focaliza y lo convierte en símbolo, en gesto o signo visible de la realidad metafísica y la revelación, especialmente si se considera que todo está en todo
(1).

El ejemplo de Edipo se puede aplicar a otras obras y personajes, como es el caso claramente reconocible de Macbeth, y los vaticinios que le hacen las brujas de acuerdo a los designios de Hécate, que lo precipitarán a la muerte.


Un último apunte con respecto a Cuento de Invierno, que debería interesar a los buscadores de lo oculto: Frances Yates en sus investigaciones acerca de la Filosofía oculta en el Renacimiento, explica que los acontecimientos del último acto recuerdan al pasaje de las estatuas vivificadas del Asclepio hermético, que por cierto es equiparable al mito hebreo del Golem, una figura creada por el hombre que cobra vida mediante Magia.

Nota:
1. Federico González Frías. Diccionario de Símbolos y Temas Misteriosos. Entrada: “Arte”. Ed. Libros del Innombrable, Zaragoza, 2013.

Imágenes:
1. Alexandre-Marie Colin. Las tres brujas de Macbeth, 1827.
2. Fotograma de Macbeth, detalle. Dirigida y protagonizada por Orson Welles, 1948.

Colección Aleteo de Mercurio 8.
Teatro Sagrado. El juego mágico de la memoria o el arte de percibir la teatralidad de la vida.
Carlos Alcolea.
Ed. Libros del Innombrable, Zaragoza, 2021.



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