lunes, 21 de enero de 2019

Las tres hilanderas


Al principio de esta aventura, el azar nos ha llevado al cuento de los hermanos Grimm Las tres hilanderas y por éste hemos decidido empezar, conscientes de que desde cualquier punto de la circunferencia de la rueda (o la rueca) podemos comenzar a estirar el hilo que nos conducirá al centro. Se dice que “un viaje de mil millas comienza ante tus pies” (1).
Tal como sucede con el simbolismo del tejido, una primera mirada nos muestra la superficie de la obra, pero si nos fijamos bien, podemos ir más a fondo y ver el trabajo de entrelazamiento de hilos que está detrás, o sea su estructura, la trama y la urdimbre que conforman ese tejido. En este sentido, es asombroso constatar como, poco a poco, comienza a emerger una red de relaciones indefinidas en profundidad, que daría para escribir páginas y páginas. Pero para que la pieza sea llevada a cabo y pueda ser, tiene que haber un límite; vamos a ver entonces hasta dónde nos lleva Átropo, que es, de las Moiras, la que corta el hilo. (...)
Está claro que las tres hilanderas son las tres Moiras, o Parcas —entidad una y trina—, deidades muy antiguas, hijas de la Noche según Hesíodo.

(Continuará...)

1. Tao Te Ching.


Cuaderno Aleteo de Mercurio 5.
Cuentos Tradicionales, Símbolo e iniciación.
Textos de Margherita Mangini.
Ilustraciones de Ana Contreras.
Recientemente editado por Libros del Innombrable, noviembre, 2018.




domingo, 6 de enero de 2019

Lo importante es no soltar el hilo

 
…el propósito es tejer analogías, vivir el símbolo presente en estas historias, encarnarlas, darse cuenta de que están conformadas por una estructura arquetípica y de este modo trascenderlas, dar un salto más allá de ellas.
Pero, ¿un salto hacia dónde? ¿Y cómo? No es ningún lugar, más bien es un no-lugar al cual se accede a través de una salida olvidada, que es a la vez entrada: un punto sin dimensiones, que está en el centro de nosotros mismos y del mundo, que abre y cierra todas las historias.
Muchos son los vehículos que pueden llevarnos hacia allí. Todos siguen el mismo mapa de ruta, pero las formas que adopta este recorrido son muy variadas, tan variadas como hombres y mujeres hay en el mundo, aunque no se puede seguir sin una guía, una doctrina. Es sólo gracias a las claves que nos brinda la enseñanza tradicional —el hilo sutil que liga todas las cosas entre sí— que podemos adentrarnos en el bosque de nuestra alma sin miedo a perdernos. Dentro del bosque hay un castillo en el cual duerme una princesa que espera el beso de Amor para despertar.
Atravesando las capas de las que están revestidos los cuentos tradicionales, hacia el núcleo interior de los textos, experimentamos que simultáneamente estamos rasgando los velos que recubren nuestra alma, viajando hacia el interior de nosotros mismos. Y nos percatamos de que el príncipe, la princesa, la bruja, los hermanos y las hermanas, las hermanastras, el rey, la reina, los niños y las niñas, junto a todos los personajes que pueblan estos bellos relatos, no son sino aspectos de nuestra alma como reflejo del Alma superior, conformando una unidad que los incluye a todos. Si los reconocemos en nosotros mismos, van ocupando su lugar, dando paso a la recreación siempre nueva del orden cósmico, cuya comprensión nos brinda la posibilidad de trascender cualquier historia. Esto es lo que realmente nos interesa y está al alcance de cualquier ser humano que abra su corazón, pues la salida olvidada nos espera en la estancia más secreta de nuestro castillo interno.

Cuaderno Aleteo de Mercurio 5.
Cuentos Tradicionales, Símbolo e iniciación.
Textos de Margherita Mangini.
Ilustraciones de Ana Contreras.
Recientemente editado por Libros del Innombrable, noviembre, 2018.