Este (universo) existía en forma de Oscuridad, impercibido, desprovisto de marcas distintivas, incomprensible mediante el razonamiento, incognoscible, como si estuviera profundamente sumergido en un profundo sueño.
Entonces el divino Autoexistente (Svayambhn, un epíteto de Brahma), indiscernible (pero) haciendo todo esto –los grandes elementos y los restantes– discernibles, aparece con irresistible poder creador, disipando la oscuridad.
Él, que puede ser percibido (sólo) mediante el órgano interno (Atindriya, literalmente el espíritu o mente “más allá de los sentidos”), que es sutil, indiscernible y eterno, que contiene todos los seres creados y es inconcebible, se muestra por su propio deseo.
Él, deseando crear seres de distinto tipo de su propio cuerpo, con un pensamiento creó primero las aguas, y ubicó (su) semilla en ellas.
Entonces el divino Autoexistente (Svayambhn, un epíteto de Brahma), indiscernible (pero) haciendo todo esto –los grandes elementos y los restantes– discernibles, aparece con irresistible poder creador, disipando la oscuridad.
Él, que puede ser percibido (sólo) mediante el órgano interno (Atindriya, literalmente el espíritu o mente “más allá de los sentidos”), que es sutil, indiscernible y eterno, que contiene todos los seres creados y es inconcebible, se muestra por su propio deseo.
Él, deseando crear seres de distinto tipo de su propio cuerpo, con un pensamiento creó primero las aguas, y ubicó (su) semilla en ellas.
Esa (semilla) se transformó en un huevo de oro, de igual brillo que el sol; de ese (huevo) él mismo nació como Brahma, el progenitor de todo el mundo.
Las aguas son llamadas naras (porque) las aguas son, en realidad, un vástago de Nara; por ser ellas su (de Brahma) primera residencia (ayana), él desde entonces es llamado Narayana.
Por esa (primera) causa que es indiscernible, eterna y a la vez sat (existente) y asat (no existente), fue creado el primer varón (Purusha), que es conocido en este mundo (bajo el nombre de) Brahma.
El divino residió durante un año completo en ese huevo, entonces él mismo por su (solo) pensamiento lo dividió en dos mitades.
Y de esas dos mitades formó los cielos y la tierra, entre ellos la esfera del medio, los ocho puntos del horizonte y la morada eterna de las aguas.
Del Manvadharmashastra o Manusmriti, más conocido como Las Leyes de Manú.
Citado en Dioses, Diosas y Mitos de la Creación, de Mircea Eliade.
Colección Aleteo de Mercurio 3.
Entre el No Ser y El Ser. Antología para hamacados.
Selección de textos de Marc García.
Fotografías de Lucrecia Herrera.
Editado por Libros del Innombrable, septiembre, 2017.
Las aguas son llamadas naras (porque) las aguas son, en realidad, un vástago de Nara; por ser ellas su (de Brahma) primera residencia (ayana), él desde entonces es llamado Narayana.
Por esa (primera) causa que es indiscernible, eterna y a la vez sat (existente) y asat (no existente), fue creado el primer varón (Purusha), que es conocido en este mundo (bajo el nombre de) Brahma.
El divino residió durante un año completo en ese huevo, entonces él mismo por su (solo) pensamiento lo dividió en dos mitades.
Y de esas dos mitades formó los cielos y la tierra, entre ellos la esfera del medio, los ocho puntos del horizonte y la morada eterna de las aguas.
Del Manvadharmashastra o Manusmriti, más conocido como Las Leyes de Manú.
Citado en Dioses, Diosas y Mitos de la Creación, de Mircea Eliade.
Colección Aleteo de Mercurio 3.
Entre el No Ser y El Ser. Antología para hamacados.
Selección de textos de Marc García.
Fotografías de Lucrecia Herrera.
Editado por Libros del Innombrable, septiembre, 2017.