martes, 19 de octubre de 2021

Mitos del cielo de verano

8. Sagitario

Arato se refiere al Sagitario como “el que blande el arco” y dice que tiende la cuerda muy cerca del dardo. Análogamente, Eratóstenes expone que es una figura en pie disparando un arco y razona que puesto que “ningún centauro ha usado dicho arma”, debe verse más bien como la imagen de un hombre con patas de caballo y cola de sátiro, concretamente la de Croto, el hijo de Pan y de Eufeme, nodriza de las Musas.
Croto habitaba en el monte Helicón y departía con las hijas de Mnemosine, con cuya compañía gozaba grandemente, siendo ellas quienes le transmitieron el arte de lanzar las flechas con las que podía cazar a las fieras que le servían de sustento. Explica el autor de los Catasterismos que Croto –palabra griega que significa “aplauso”– es también como se denomina al gesto de admiración que un día nació en él al oír cantar a las Musas y al que se sumaron todos sus compañeros. Por ello

las Musas, al ver que gracias a la iniciativa de Croto su labor era apreciada por todos, decidieron que Zeus debía recompensarlo por su piedad; y de este modo fue ascendido al cielo, batiendo sus manos y blandiendo además su arco.

Higino cuenta que la constelación es una imagen celeste diseñada por Zeus para poder exponer todas las habilidades de Croto:

Le dio patas de caballo porque era un gran jinete, y le añadió unas flechas para que, de este modo, se pudiera ver su sagacidad y su rapidez. Puso en su cuerpo una cola de sátiro porque las Musas se deleitaron con Croto no menos que Líber con los sátiros.

Y añade:

Ante sus pies se encuentran algunas estrellas dispuestas en círculo. Hay quienes opinan que se trataba de una corona, abandonada como por un juego.

Cornelius sugiere que la vinculación de Sagitario con un cazador puede provenir del dios-arquero Nergal de Mesopotamia, también asociado con el dios de la guerra y del fuego Irra.


Imagen:
Sagitario. Zāhir al-Dīn Ulūġh Beg Kūrakan, Souwar al-kawakib al-thabita. Samarcanda, 1436.

Colección Aleteo de Mercurio 7.
Mitos del Cielo Estrellado.
Marc García.
Ed. Libros del Innombrable, Zaragoza, 2020.



martes, 5 de octubre de 2021

Mitos del cielo de verano

7. Capricornio

Dice Eratóstenes que es el hijo de Egipán (etimológicamente, “el dios Pan transformado en cabra”). Éste era hijo de la cabra Amaltea –luego hermano de leche de Zeus– y habitó con el dios en la cueva del monte Ida en que Rea había ocultado a su hijo para sustraerlo a Cronos. Su parte inferior era de fiera y tenía cuernos en la cabeza.
Egipán luchó al lado de Zeus en la Titanomaquia y fue quien encontró la concha de caracol marino cuyo estruendo hizo huir a los titanes (de los cuales Higino dice que experimentaron el primer “terror pánico”). Es en recuerdo de dicha concha por lo que Capricornio tiene cola de pez.
Egipán también auxilió a Zeus en su combate con Tifón, a quien Gea engendró tras la derrota de los titanes. Escribe Antonio Ruiz de Elvira en su Mitología Clásica citando a Apolodoro:

Tifón superaba en estatura a los más altos montes, tocando los astros con la cabeza; de las manos le salían cien cabezas de serpientes y sus extremidades inferiores estaban formadas por anillos de víboras; todo el cuerpo lo tenía provisto de alas.

Los olímpicos se metamorfosearon en animales para escapar de Tifón aunque Zeus acabaría trabando un cruento combate con éste en el monte Casio de Siria. Zeus lanza a Tifón sus rayos fulminantes pero él lo envuelve con sus extremidades de víbora y logra cortarle los tendones, los cuales entrega al monstruo femenino Delfine –híbrido de mujer y serpiente– para que los custodie. Tifón carga a Zeus a cuestas y lo recluye en la cueva Coricia de Cilicia; mas Hermes y Egipán consiguen hacerse con los tendones y restituírselos a Zeus. Con sus energías repuestas, el dios persigue a Tifón hasta la Tracia, donde éste se defiende arrancando montañas enteras y arrojándoselas para aplastarlo. Finalmente, Zeus logra vencer a Tifón en Sicilia y lo aprisiona bajo el monte Etna.
Higino explica que es por la metamorfosis de los dioses olímpicos para huir de Tifón que los egipcios veneran y prohiben maltratar a los animales en que aquéllos se convierten (Zeus en toro, Hera en vaca, Apolo en cuervo, Artemisa en gato, Hermes en ibis, Baco en macho cabrío, Afrodita en pez) pues son imágenes divinas. En cuanto a Pan (Egipán), dice que “se arrojó al río y la parte posterior de su cuerpo se transformó en pez, mientras que la otra tomó la forma de un macho cabrío”, estratagema que asombró a Zeus y por la que éste “fijó su imagen en el cielo”.
Cornelius apunta que la representación de Capricornio como una cabra marina puede tener orígenes asirio-babilónicos, cuyo dios de la sabiduría Oannes, o Uanna, era mitad hombre, mitad pez. De Oannes, un ser mitológico conocido en todo el golfo Pérsico, se cuenta que solía hablar con los humanos y que les enseñó la escritura, las matemáticas y la arquitectura, así como a vivir en sociedad.
En la tradición astronómica india, a Capricornio se lo figura como un cocodrilo.


Imagen:
Capricornio. Sidney Hall, Urania’s Mirror. Londres, 1824.

Colección Aleteo de Mercurio 7.
Mitos del Cielo Estrellado.
Marc García.
Ed. Libros del Innombrable, Zaragoza, 2020.