miércoles, 22 de marzo de 2023

Diosas de la primavera

Cuando llega la primavera, Perséfone es liberada por Hades y puede volver a la superficie de la tierra. Se reencuentra con su madre Deméter y juntas recorren campos, prados y jardines haciéndolos florecer. Sus danzas con las ninfas se presienten en los días de abril y mayo.

Un sabio maestro y poeta escribe acerca de la flor:

Producto de un estado que anuncia con su belleza la pronta aparición del fruto. Símbolo tradicional de la belleza y la impermanencia (1).

La diosa de las flores y de la vegetación se llama Flora. En la antigua Roma se celebraban en su honor las “Floralias” cada 28 de abril. Estos ritos festivos tenían lugar en el bosque sagrado de los Hermanos Arvales, un antiguo colegio sacerdotal cuyo origen se remonta al nacimiento de la ciudad.


Cuenta la leyenda que los integrantes de esa hermandad eran los doce hijos de la pareja integrada por Arca Larentia y Fáustulo y que al morir uno de ellos éstos adoptaron a Rómulo, el cual aceptó integrarse en aquel círculo de iniciados en los misterios agrarios. Recordemos que el 12 es un número simbólico referido no sólo a los doce meses y las doce constelaciones zodiacales, sino también a los doce fundadores de cualquier centro espiritual (los doce apóstoles, los doce caballeros de la Mesa Redonda, etc.).

Todas estas cosas vuelven al pensamiento al contemplar la belleza con que nos obsequian las diosas de la primavera, contagiándonos la alegría. La belleza es un camino que aviva el recuerdo de nuestro origen como seres, que es más que humano según reconocen unánimemente todas las tradiciones, pues la belleza nos seduce y esa seducción nos lleva al Conocimiento.

Nota:
1. Federico González Frías. Diccionario de Símbolos y Temas Misteriosos, entrada: “Flor”. Ed. Libros del Innombrable, Zaragoza, 2013.

Imagen:
El rostro de Perséfone emergiendo de la tierra.

Colección Aleteo de Mercurio 9.
Mallorca. Una mirada simbólica.
Mireia Valls y Marc García.
Ed. Libros del Innombrable, Zaragoza, 2022.



lunes, 6 de marzo de 2023

Mallorca. Una mirada simbólica

6. Los guardianes de la montaña

Al pie de las montañas suele haber un enclave habitado, a veces un pequeño pueblo, que abre y cierra la vía que conduce a la cima. Esta geografía reiterada expresa, en el plano físico, una idea arquetípica impresa en el propio orden interno del Ser Universal y del microcosmos humano, y que no es otra que la de la custodia del Cosmos erigido a partir del Caos. Tal custodia es imprescindible para mantener a raya las energías disolutivas –que también están incluidas en el diseño del mundo– y que la cosmogonía curse.


La obra alquímica no va sola. Requiere de nuestra máxima atención y concentración como guardianes de nuestro ser, ocupando cada cual su puesto en el baluarte avanzado que defiende la ciudadela interior. No hay que andar disparando todo el rato, pero sí escoger el gesto y el momento adecuado para atajar la amenaza. Rompiendo cualquier cerco, nudo o rollo ignorante con que se nos quiera envolver pues lo nuestro es la libertad incondicional, la vida nueva despojada de cualquier ligadura, etiquetado o fosilización.

¡Voto a la libertad! La cima de la montaña la simboliza.

Imagen:
El pueblo de Randa.

Colección Aleteo de Mercurio 9.
Mallorca. Una mirada simbólica.
Mireia Valls y Marc García.
Ed. Libros del Innombrable, Zaragoza, 2022.