jueves, 20 de mayo de 2021

La Máscara Real y su Simbólica

2. La Comitiva de Cupido

El perro ladrador anuncia la llegada de Cupido en el siguiente grabado; Eros, uno de los dioses primordiales surgidos al mismo tiempo que Gea y Urano, el promotor de todas las uniones y alianzas humanas y suprahumanas comparece como un niño al que sigue una ordenada comitiva: pastores Idálicos, Ninfas Acidalias, Tracios y Ninfas de Venus ¿qué novedades traéis de tan lejanas tierras y tiempos tan pretéritos? Vuestros rostros graves y las miradas al cielo guardan enseñanzas antiquísimas que han llegado a nuestros días merced a la larga cadena de transmisión que conforma esta comitiva: soldados espartanos y espartanas, luchadores natos, ancestros de nuestra cultura junto con los fusileros de montaña, o sea aquellos componentes del ejército regular de Cataluña que los toman como modelo; y detrás nada menos que la Hidra de Lerna cabalgada por Hércules que la sujeta pues sabe del inmenso poder de esta fiera para reproducir sus cabezas y dificultar la salida victoriosa del héroe que fundó Barcelona cuando regresó de recoger las manzanas del Jardín de las Hespérides, allá en la mítica Atlántida, continente del que los occidentales heredamos muchos de sus conocimientos depositados en la civilización del Antiguo Egipto y que luego sus sabios transmitieron por toda la cuenca del Mediterráneo. Aquí estáis también representados, capitaneados por Hespero a caballo, el hermano de Atlas y padre de Hesperis, que unida a su tío Atlas, el más conocido rey de la Atlántida, alumbró a las Hespérides, en número de siete, las jóvenes doncellas convertidas en estrellas conservadoras simbólicas de una Sabiduría Perenne que se transmite de ciclo en ciclo cósmico sin alterar su esencia.


Por eso, tras Hespero sigue la larga comitiva de los Hesperios Astronómicos, sosteniendo toda suerte de instrumentos para observar el cielo, para escrutar sus revoluciones, los módulos y proporciones que se expresan a través del movimiento de los astros, que revelan unas leyes invariables y presentan al dios Tiempo como la imagen móvil de la eternidad. Cerrando la comitiva, hombres y mujeres personificando los meses lunares y sus mutaciones, los astros y las estrellas portan antorchas luminosas que difunden la luz por el firmamento y la derraman sobre la tierra, recordando que la astronomía es una de las ciencias o artes liberales que transmite a los hombres las claves para descifrar el código con el que está signado el Cosmos entero. Perdido en el horizonte, sobre un puente, se erige la estatua de un ser gigantesco, de espaldas a todo el desfile y con una mano levantada señalando hacia arriba.

Imagen:
Grabado de la Comitiva de Cupido.

Colección Aleteo de Mercurio 1.
La Máscara Real y su Simbólica.
Mireia Valls.
Marc García.
Ed. Libros del Innombrable, Zaragoza, 2017.



miércoles, 5 de mayo de 2021

La Máscara Real y su Simbólica

1. La Comitiva de Hermes-Mercurio

Damos vuelta a la página y comparece de nuevo Mercurio, montado ahora a caballo y acompañado de sus 4 Genios y una graciosa y bulliciosa comitiva, señoreando él en medio de la danza ecuestre, portando su ostentoso caduceo, mientras los Genios muestran en alto una esfera terrestre, otra celeste, herramientas agrícolas y un mástil y un timón de velero.


Comienza el viaje que unirá el cielo con la tierra y viceversa; los aparejos, las herramientas y los vehículos están preparados y dispuestos para ser entregados a los artistas y artesanos. Dos pajes en sendos extremos de la escena marcan los límites del evento y vigilan las esquinas, mientras unos vientos favorables y unas auras apacibles bailan alegremente; más retirados, cerca de un mar en el que se levanta una gran ola, los vientos furiosos y las tempestades se mantienen contenidos por una atmósfera benéfica que impregna todo el conjunto. Mensajes de otros mundos vuelan por el invisible aire, la aparente agitación presagia un gran acontecimiento, Hermes trae buenas nuevas... Todo está preparado para recibir al Monarca, al Rey del Mundo, a ese estado interno del alma que el iniciado reconoce como la plena realización del estado humano. Por eso se dice que aquél que se conoce a sí mismo es capaz de gobernarse y gobernar al mundo, no desde el exterior, sino por una fuerza interna que poco desea ni busca acerca de glorias y victorias mundanas y sí de conquistas celestes. Investida de las alas de Hermes, el alma recupera su vuelo y se eleva verticalmente a las altas esferas del intelecto.

Imagen:
Grabado de la Comitiva de Hermes-Mercurio.

Colección Aleteo de Mercurio 1.
La Máscara Real y su Simbólica.
Mireia Valls.
Marc García.
Ed. Libros del Innombrable, Zaragoza, 2017.