jueves, 18 de junio de 2020

Las constelaciones del Triángulo de Verano II

Cisne

Esta constelación se asemeja a un cisne que se aleja del polo volando sobre la Vía Láctea. Dice Eratóstenes que Zeus adoptó la forma de este ave cuando se enamoró de Némesis, diosa primordial hija de Nicte, la cual se había transformado en cisne para intentar conservar su virginidad. El dios voló hasta el Ática y consiguió seducirla, surgiendo de su unión un huevo del que nacería la bella Helena; y quiso por ello que figurase un cisne en vuelo entre las constelaciones del cielo.




Otra tradición cuenta que Leda, esposa del rey Tíndaro de Esparta, compartía su lecho con Zeus, el cual adoptaba la forma de un cisne para sus encuentros amorosos furtivos. Leda puso dos huevos: del primero nació Helena de Troya y Clitemnestra, y del segundo, los Dioscuros (Cástor y Pólux, a quienes recuerda la constelación de Géminis). Cástor era mortal, mientras que Pólux, hijo de Zeus, nació inmortal.

(Continuará).

Imagen:
Detalle del Cisne.
Giovanni Antonio de Varese (atribución).
Bóveda de la Sala del Mapamundi del Palazzo Farnese de Caprarola, 1573-1575.

Colección Aleteo de Mercurio 7.
Mitos del Cielo Estrellado.
Marc García.
Ed. Libros del Innombrable, Zaragoza, Febrero, 2020.



viernes, 5 de junio de 2020

Las constelaciones del Triángulo de Verano I

Las constelaciones del Triángulo de Verano I: Lira

Tres estrellas muy brillantes forman el denominado Triángulo de Verano: Vega, de color azul-blanco, perteneciente a la constelación de Lira; Deneb, azul-blanca, que forma parte de la constelación del Cisne; y Altaïr, blanca, integrante de la constelación del Águila. Deneb y Altaïr se hallan sobre la Vía Láctea.




Lira

Se dice que es la lira inventada por Hermes con el caparazón de una tortuga y los cuernos de las vacas de Apolo. Tenía 7 cuerdas en memoria de las hijas de Atlas. Hermes se la entregó a Apolo y éste a Orfeo, el cual aumentó el número de sus cuerdas a 9 en honor a las Musas. Cuenta Eratóstenes que un día Orfeo, quien embelesaba a las piedras y a las fieras con su canto, dejó de honrar a Dioniso y comenzó a venerar a Apolo como dios principal. Pasado el tiempo ocurrió que Orfeo se desveló una noche y se dirigió al monte Pangeo para esperar la salida del Sol. Irritado por la defección de Orfeo, Dioniso azuzó a las Basárides –mujeres de la Tracia– en su contra y éstas lo descuartizaron, desperdigando sus miembros. Las Musas los reunieron, les dieron sepultura en Libetra y pidieron a Zeus que transformase la lira de Orfeo en estrellas para que permaneciese en el cielo en memoria de las hijas de Mnemosine y del poeta. También se dice que la constelación de Lira se oculta en algunos momentos del año como testimonio de la desgracia ocurrida a Orfeo.

(Continuará).

Imagen:
Detalle de las constelaciones del Triángulo de Verano.
Giovanni Antonio de Varese (atribución).
Bóveda de la Sala del Mapamundi del Palazzo Farnese de Caprarola, 1573-1575.

Colección Aleteo de Mercurio 7.
Mitos del Cielo Estrellado.
Marc García.
Ed. Libros del Innombrable, Zaragoza, Febrero, 2020.