Bacanales y desfiles dionisíacos: juegos y representaciones teatrales
Los juegos y representaciones teatrales han acompañado siempre las festividades como símbolos de la energía rítmica del cosmos, del ritmo del universo; también proyectan ese símbolo en el movimiento. La representación o juego teatral es el método por el cual los poderes del universo, o la Divinidad, crean y se expresan a través de la manifestación; por eso hablamos naturalmente del “juego” de esas fuerzas. También expresan la exuberante energía del Creador. Hablamos del “juego” de la luz solar, que fertiliza e ilumina, donde se da la interacción de los poderes masculino-femenino, de las fuerzas opuestas, pero complementarias. El juego significa también el papel que el hombre desempeña en el escenario de la vida. Este juego del mundo manifiesto es expresado más adecuadamente por el hinduismo y el budismo tántrico a través del juego de la deidad creadora en la Danza de Shiva, que ha creado el mundo de los fenómenos, de mâyâ o la ilusión. Es interesante señalar que la palabra “ilusión” deriva de la expresión latina “jugar o representar un juego” (1).
“Conocer el juego, es aprender a salir de él jugándolo” (2). En verdad eso es la vida, un proceso arduo con pruebas y obstáculos que superar en el que hay que tomar decisiones todo el tiempo renunciando a los resultados, es decir con desapego, de lo contrario se produce un encadenamiento, como le ocurre a Perséfone raptada por Hades y cautiva en el Tártaro al probar de sus frutos. Lo cual nos lleva a preguntarnos por nuestra posición con respecto “al mundo y sus negocios, económicos y políticos, sentimentales, ideológicos, pasionales, etc., etc.” (3), un escenario laberíntico con los demonios desatados en el que lo queramos o no, estamos metidos.
Tanto las danzas como las representaciones tradicionales se rigen por reglas. En los juegos hay movimientos o jugadas ganadoras o perdedoras, acciones y opciones que influyen en el resultado del juego, y que son irreversibles una vez que se toman. En la danza, el movimiento rítmico trasforma el espacio en tiempo, en imitación del juego divino y refuerza su potencia en el plano de la emoción y la actividad (4).
La abundancia de escenas en los vasos de Paestum y también en los vasos áticos de mejor calidad, dan fe de lo populares que en su momento llegan a ser los desfiles dionisíacos y otras representaciones en las que los dioses cantan, bailan y actúan de modo un tanto demencial, pasándolo a lo grande como niños ensimismados en estos juegos recreativos, mientras el espectador quizá no termina de encajar lo que ocurre, ya que todo aquello es imposible de definir. Incluso puede llegar a resultar excesivo y desproporcionado hasta el rechazo y el horror, por lo grotesco de los personajes y las situaciones, y paradójicamente experimentarse una atracción indescriptible semejante a la de un vértigo, al punto de producirse insospechadas aperturas, la percepción de otras realidades, “mundos nuevos que permanecían invisibles y sin embargo nos son familiares” (5). Por lo que lo cómico y lo grotesco, también tiene un lugar dentro del amplio abanico de aspectos y formas que adopta la danza de la divinidad. La profusión de representaciones de Phlyax en la cerámica, pone de manifiesto la importancia de este tipo de juegos escénicos originados en la Magna Grecia.
Notas:
1. J. C. Cooper, El Simbolismo, Lenguaje Universal. Ed. Lidium, Buenos Aires, 1988.
2. Federico González. En el vientre de la ballena. Textos alquímicos. Ed. Obelisco, Barcelona, 1990.
3. Federico González Frías. Diccionario de Símbolos y Temas Misteriosos, entrada: “Horror”. Ed. Libros del Innombrable, Zaragoza, 2013.
4. J. C. Cooper, El Simbolismo, Lenguaje Universal, op. cit.
5. Federico González y col. Introducción a la Ciencia Sagrada. Programa Agartha. “La Vía Simbólica”. Ed. Symbolos, Barcelona, 2003.
1. J. C. Cooper, El Simbolismo, Lenguaje Universal. Ed. Lidium, Buenos Aires, 1988.
2. Federico González. En el vientre de la ballena. Textos alquímicos. Ed. Obelisco, Barcelona, 1990.
3. Federico González Frías. Diccionario de Símbolos y Temas Misteriosos, entrada: “Horror”. Ed. Libros del Innombrable, Zaragoza, 2013.
4. J. C. Cooper, El Simbolismo, Lenguaje Universal, op. cit.
5. Federico González y col. Introducción a la Ciencia Sagrada. Programa Agartha. “La Vía Simbólica”. Ed. Symbolos, Barcelona, 2003.
Imágenes:
1. Nicolás Poussin. El Triunfo de Baco, 1635-36. The Nelson-Atkins Museum of Art.
2, 3, 4 y 5. Ménades. Réplica romana de un original griego del s. V a.C. Museo del Prado.
6. Cáliz terracota, detalle Phlyax, ca. 350-325 a.C. Metropolitan Museum of Art.
7. Cáliz terracota, detalle Phlyax, ca. 360- 350 a.C. J. Paul Getty Museum.
1. Nicolás Poussin. El Triunfo de Baco, 1635-36. The Nelson-Atkins Museum of Art.
2, 3, 4 y 5. Ménades. Réplica romana de un original griego del s. V a.C. Museo del Prado.
6. Cáliz terracota, detalle Phlyax, ca. 350-325 a.C. Metropolitan Museum of Art.
7. Cáliz terracota, detalle Phlyax, ca. 360- 350 a.C. J. Paul Getty Museum.
Colección Aleteo de Mercurio 8.
Teatro Sagrado. El juego mágico de la Memoria o el arte de percibir la teatralidad de la vida.
Carlos Alcolea.
Ed. Libros del Innombrable, Zaragoza, 2021.
Teatro Sagrado. El juego mágico de la Memoria o el arte de percibir la teatralidad de la vida.
Carlos Alcolea.
Ed. Libros del Innombrable, Zaragoza, 2021.