viernes, 19 de marzo de 2021

Yurianaca y Cauyumarie

Este mundo viene de una mujer llamada Tatéi Yurianaca, Nuestra Madre Tierra Fecunda. Nuestro hermano mayor, Venadito del Sol, fue quien la fecundó. En el mundo primero y oscuro de Huatetüapa, la Tierra vivía en la forma de una mujer. Allá, Cauyumarie le preguntó si quería convertirse en un mundo amplio y le explicó:
— Tú tendrás algunos de los dioses más importantes y serás un mundo grande. Tú serás una jícara, como matriz del mundo, y te criará a base de mi fuerza.
Yurianaca estuvo de acuerdo y entonces Cauyumarie, haciéndose muy chiquito, se introdujo en la matriz de Yurianaca. Ésta quedó embarazada y empezó a ensancharse, para que hubiera en ella campo suficiente para las frutas y las comidas. Así nació el mundo, o sea, la Tierra. Cauyumarie está dentro de la panza de Yurianaca, con cabeza de venado y cuerpo de persona. En el centro de la matriz sembró lo que el huichol podía comer antes de conocer la agricultura: el hongo, la cebolla bronca, tomatillo, chile, guajes (leguminosas) y dos especies de nopal... Además, Cauyumarie dejó el gusano comestible y la iguana.
Cauyumarie obró con la ayuda de sus aliados. Tatehuarí, el amo del fuego, fue encargado del Venado Azul, el antepasado de los venados, cuya sangre alimenta el alma de los dioses. Tatehuarí camina sobre las flores, así como Tahueviécame, Nuestro Padre Sol. El mundo está rodeado de agua, cuya vida simbolizan cuatro águilas nacidas de la espuma de los mares. Las águilas vigilan los cuatro puntos cardinales.

Relato huichol recopilado por Samuel Feijóo en Mitología Americana. Mitos y leyendas del Nuevo Mundo.

Colección Aleteo de Mercurio 3.
Entre el No Ser y el Ser. Antología para hamacados.
Selección de Marc García.
Fotografías de Lucrecia Herrera.
Ed. Libros del Innombrable, Zaragoza, 2017.



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