miércoles, 6 de noviembre de 2024

El Teatro en el Renacimiento. 3. La Magia en la época Isabelina

Otro de los importantes en el panorama renacentista, que al parecer dio en su juventud sus primeros pasos como dramaturgo, reiterando el gesto de los comediantes ingleses, es el gran Juan Valentín Andreae, autor de los famosos Manifiestos Rosacruces —que producirán una honda impresión en toda Europa—, y también de Cristianópolis y Las Bodas Químicas de Christian Rosenkreutz.


Obras con decorados impresionantes como jardines de ensueño de una rara belleza, salones y otras estancias ricamente guarnecidas con objetos extraordinarios, que en sí mismos y por el lugar en que se encuentran, ocultan claves y correspondencias simbólicas como método operativo de un conocimiento esotérico destinado a promover rupturas de nivel; tal cual el Teatro de la Memoria, al fin y al cabo una manera de representar la utopía, ese estado del alma que no tiene lugar físico, aunque ello no impide su proyección en este plano, siempre fugaz, al estar sujeto a las condiciones de manifestación espacio-temporal. No decimos nada más, si bien existen fuentes fiables acerca del tema, altamente recomendables para el interesado en ello, asegurándole que si apunta en la dirección indicada no errará el tiro (1).

Un escritor francés que ha estudiado la literatura rosacruz en relación con Shakespeare opina que La boda química refleja ritos de iniciación mediante la representación del misterio de la muerte. Cree que algunas obras de Shakespeare (en especial menciona el sueño parecido a la muerte de Imogena, y su resurrección en Cimbelino) reflejan esas experiencias, transmitidas en imágenes por medio de alusiones esotéricas. En la imaginería de Cimbelino ve influencias de “alquimia espiritual”. El método rosacruz de utilizar la obra de teatro o la ficción como vehículo para entregar un significado esotérico sería también el de Shakespeare (2).


Volviendo a Dee, recordaremos que concibe La Mónada Jeroglífica, un sistema simbólico de combinaciones, cuyo aprendizaje y puesta en práctica opera insondables transformaciones en el alma que se presta a profundizar en él, conjugándolo con otros sistemas análogos como el cabalístico, el numérico u otros herméticos y alquímicos, equivalentes a los que ya hemos visto con anterioridad.

El autor de La Mónada representa la Unidad —Amor—, mediante un enigma que simboliza la Armonía Universal como idea matriz de la concordia en el mundo, cuya instauración redundará en el orden político y religioso. Empresa titánica en la que se embarca, ejerciendo entre otras funciones de astrólogo-consejero en la corte Isabelina, siempre bajo la guía de la Ciencia Sagrada como medio para conocer las cosas del Cielo y su proyección en la Tierra.

(Continuará)

Notas:
1. Federico González. Las Utopías Renacentistas. Cap. IV. “La Utopía de los Manifiestos Rosacruz. La Fama, La Confessio”. Ed. Libros del Innombrable, Zaragoza, 2016
2. Frances A. Yates. Las últimas obras de Shakespeare: una nueva interpretación. Fondo de Cultura Económica, México D. F., 2001.

Imágenes:
1. Placa que representa la actuación al aire libre de El Euleo celebrando el regreso de Alejandro de la India, con escenografías diseñadas por Lodovico Burnacini, 1670. Metropolitan Museum, Nueva York.
2. Fuegos artificiales el 8 de diciembre de 1666 con motivo del matrimonio de Leopoldo I con Margarita Teresa de España. Palacio de Schönbrunn Kul-tur-und Betriebsges.

Colección Aleteo de Mercurio 8.
Teatro Sagrado. El juego mágico de la memoria o el arte de percibir la teatralidad de la vida.
Carlos Alcolea.
Ed. Libros del Innombrable, Zaragoza, 2021.



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