martes, 20 de agosto de 2024

El Teatro en el Renacimiento. 6. El Teatro de la Memoria

Otro ejemplo extraordinario de utopía y método combinatorio mágico-teúrgico basado en el Arte de la Memoria, lo encontramos en el Sueño de Polífilo, Hypnerotomachia Poliphili, de Francesco Colonna, que subtitula como “Lucha de Amor en sueños de Polífilo, donde se enseña que todo lo humano no es sino sueño y de paso se evocan de un modo en verdad elegante muchas cosas dignísimas” (1). Advirtiendo además que “este libro no se imprimirá impunemente salvo en los dominios donde tiene licencia para ello” (2), lo cual posee distintos niveles de lectura.

No cabe duda de que estamos ante una obra monumental –anterior a la de Moro–, absolutamente asombrosa tanto por su profundidad, como por la Belleza con que está plasmada la Verdad y el Bien que en ella se reflejan. Sus principales referentes son “Venus y el niño sagrado Eros-Cupido-Amor, aunque desfilan innumerables ninfas y Dioses, de Marte a Pan, de Júpiter a Mercurio, etc., etc., en la descripción de estos verdaderos ritos dionisíacos” (3).


Ritos que tienen lugar en medio de una exuberancia escénica abrumadora:

arquitecturas –que el autor describe minuciosamente basado en Vitruvio y Alberti, lo cual es una característica fundamental de la obra– y jardines de ensueño, fuentes, palacios y más fuentes donde se bebe el agua de vida; banquetes, juegos, altares y templos (4).

Y un sin fin de otras maravillas que nos sitúan dentro de un inmenso mandala literario. Por cierto que la obra comienza de manera semejante a La Divina Comedia: con el protagonista perdido en una selva oscura, y será la ninfa Polia, nombre del que resulta Polífilo, que significa el amigo de Polia, a la que el héroe seguirá hasta la culminación del viaje.

Es decir, la sabiduría universal a la que Polífilo ama tan profundamente que es capaz de seguirla con exclusión de cualquier otra cosa y dejarse guiar por ella abandonándose a su puro amor al punto de entender que la única gratificación que ansía es poseerla, ser uno con ella (5).

Esto mismo tiene precedentes en Dante, Petrarca y Bocaccio, por nombrar sólo algunos de los más inmediatos y conocidos personajes que integran las filas de los raptados por Amor, adeptos de la Tradición Unánime y Sapiencial, entre los que se cuentan a millares los ejemplos análogos, característicos de la literatura amorosa del momento surgida del amor cortés y trovadoresco, como una forma de evocación erótica inspirada precisamente por la Musa Erato, y “vinculada íntimamente con Venus, diosa del amor y el arte, el número siete, y por lo tanto con Eros de donde proviene su nombre” (6).

De ello encontramos igualmente numerosos ejemplos en mujeres entregadas por entero al Conocimiento. Tal las beguinas, receptoras y transmisoras de la enseñanza iniciática, como Hadewijch de Amberes, Margarita Porete, Cristina de Pizán y un largo etc. También las hay que representan papeles de autoridad con reconocida sapiencia, como es el caso de Leonor de Aquitania en el medioevo, o más adelante en la Inglaterra renacentista, Isabel, Reina de las Hadas, como proclama Edmund Spenser en el poema que dedica “a la más poderosa y magnífica emperatriz Isabel, por la gracia de Dios reina de Inglaterra y Francia e Irlanda defensora de la fe” (7).

Una labor igualmente importante cumplen las brujas, las parteras y las comadronas, acostumbradas a manejarse con soltura en lo que Sócrates nombró como arte mayéutico, consistente en ayudar a extraer del interior lo que uno ya sabe desde siempre, pero ha olvidado. En todo caso, sirva este apunte como reconocimiento a la función transmisora sapiencial, que por supuesto también cumplen ciertas mujeres llamadas a ello, lo que algunos autores declaran sin reparo, como es el caso de Giovanni Boccaccio en su obra Mujeres preclaras, o un siglo más tarde el mago Agrippa, quien nos habla Acerca de la nobleza y preexcelencia del sexo femenino.


(Continuará)

Notas:
1. Francesco Colonna. El Sueño de Polífilo. Ed. Acantilado, Barcelona, 2008.
2. Ibid.
3. Federico González. Las utopías Renacentistas. “Las utopías del sueño”. Ed. Libros del Innombrable, Zaragoza, 2016.
4. Ibid.
5. Ibid.
6. Lucrecia Herrera. ¡Venid Musas a inspirar este canto! Revista SYMBOLOS telemática 52.
7. Edmund Spenser. La Reina de las Hadas. Ed. Ricardo Mena, 2015.

Imágenes:
1. Francesco Colonna. El sueño de Polífilo, detalle “Triunfo de Pan”.
2. Tres Sibilas.

Colección Aleteo de Mercurio 8.
Teatro Sagrado. El juego mágico de la memoria o el arte de percibir la teatralidad de la vida.
Carlos Alcolea.
Ed. Libros del Innombrable, Zaragoza, 2021.



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