2. Acuario
Es una constelación que es difícil distinguir porque sus estrellas son muy
débiles. La brillante Formalhaut de Piscis Australis es el mejor indicador
para encontrarla –esta estrella recibe el caudal que el aguador vierte hacia
el sur tras describir una gran curva sobre la eclíptica por el noroeste–.
Cornelius explica que los babilonios se figuraban el jarro de Acuario como
una urna que se desborda y lo asociaban con su undécimo mes –nuestro
enero-febrero–, al que llamaban “el curso de la lluvia”. Los egipcios veían
en este asterismo la representación de Hapi, el dios del Nilo encargado de
distribuir las aguas vitales del gran río.
Eratóstenes dice que Acuario recibe su nombre por el trabajo que realiza y
que otros autores griegos afirman que se trata de Ganímedes, muchacho amado
por Zeus y raptado por éste en forma de águila –hecho al que alude la
constelación del Águila del cielo de verano– para que fuese su copero y
sirviese también a los dioses, alcanzando “un tipo de inmortalidad hasta
entonces desconocida entre los hombres”. El agua de Acuario, un río
representado por más de treinta estrellas apenas visibles a simple vista,
“se asemeja al néctar, que es la bebida de los dioses”.
Higino menciona que el filósofo Hegesias relacionaba a la constelación con
Deucalión, rey de Tesalia, hijo de Prometeo y esposo de Pirra bajo cuyo
reinado Zeus decidió poner fin a la edad de bronce con un gran diluvio.
Deucalión y Pirra se refugiaron en un arca que aquél construyó por consejo
de Prometeo en la que estuvieron navegando durante nueve días y nueve
noches. Al término del diluvio volvieron a tierra firme y resolvieron
consultar al oráculo de Delfos –entonces regentado por la diosa Temis– sobre
cómo repoblar la tierra. El oráculo les respondió que debían arrojar los
huesos de su madre por encima de su hombro. Deucalión y Pirra comprendieron
que su madre era Gea, y los huesos, las rocas, por lo que se pusieron a
tirar piedras a sus espaldas. Y éstas se iban convirtiendo en seres humanos,
las lanzadas por Deucalión en hombres y las de Pirra en mujeres.
Cuenta también Higino que el comediógrafo ateniense Eubulo sostenía que
Acuario representa al mítico rey Cécrope o Erecteo del Ática, nacido
sobrenaturalmente con cabeza y torso de hombre y mitad inferior del cuerpo
con forma de serpiente, el cual reinó sabiamente durante un largo tiempo
sobre las gentes del Ática antes de que se diera a conocer el vino a los
humanos, razón por la cual “se utilizaba agua en los sacrificios de los
dioses”.
Imagen:
Acuario derramando el líquido de su vasija sobre la estrella Formalhaut de Piscis Australis. Zacharias Born-mann, Astra. Bratislava, 1596.
Acuario derramando el líquido de su vasija sobre la estrella Formalhaut de Piscis Australis. Zacharias Born-mann, Astra. Bratislava, 1596.
Colección Aleteo de Mercurio 7.
Mitos del Cielo Estrellado.
Marc García.
Ed. Libros del Innombrable, Zaragoza, 2020.
Mitos del Cielo Estrellado.
Marc García.
Ed. Libros del Innombrable, Zaragoza, 2020.
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