martes, 19 de julio de 2022

A los Lares, Manes y Penates

Mediante la oración diaria del corazón
invocamos vuestra sutil presencia,
Lares, Manes y Penates.
Brindamos por vosotros gozando
de vuestra benéfica compañía y protección
que mantiene el fuego interno encendido.

¡Compañeros de la virginal Hestia!
que ocupan conjuntamente el centro invisible
de todo hogar desde donde realizan sus tareas domésticas;
yendo y viniendo, subiendo y bajando,
traen bienes, alegría, paz y unión.
Mediante alimentos y sacrificios
os expresamos nuestra gratitud,
por propiciar el ágape que mantiene unida a la familia del espíritu.

A los Lares pan, aceite y miel.
¡Ágiles hijos de la ninfa Lara y el alado Mercurio!,
que habiendo heredado la naturaleza de vuestro padre,
os encargáis de velar en las encrucijadas.
Presentes en el día a día y en toda celebración,
procurando siempre la cohesión.

¡Que no falten las violetas y las rosas a los queridísimos Manes!
¡Los Benévolos!
Ninguno de vosotros será olvidado,
puesto que permanecen por siempre vivos en la Memoria.

También os cantamos a vosotros, Penates.
¡Hermosos démones alados!
Que nos raptáis de vez en cuando hacia otros mundos.
Se os dedica la sal, ¿será porque simbolizáis la unión?

Dice Federico, nada menos, de vosotros:
“¿Qué sería del orbe sin la protección de los penates que,
por ventura, han subsistido?”


La cita es de Federico González Frías, Diccionario de Símbolos y Temas Misteriosos.

Colección Aleteo de Mercurio 6.
Himnos del Agartha.
Textos del Ateneo del Agartha.
Ilustraciones de Ana Contreras.
Ed. Libros del Innombrable, Zaragoza, 2019.



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