sábado, 23 de enero de 2021

El jardín del alma

Porque ciegas están las almas de los hombres,
(¡sí!) de todo aquel que, sin las Vírgenes del Helicón,
con sabiduría de mortales explora la senda profunda del arte
(1).


El jardín simboliza una geografía sagrada, una imagen mítica del mundo, invisible a los ojos de los sentidos, habitada por dioses y espíritus sutiles. Su belleza deriva de la justa proporción, esencia del verdadero arte, regida por Apolo, aquí presente a través de una de sus Musas, Erato, “la deliciosa”, musa de la poesía lírica y los cantos sagrados. La auténtica poesía fluye de la música de su lira, a través de la cual el propio dios establece las pautas, ritmos y ciclos que regulan el crecimiento en su medida adecuada y confiere armonía a este jardín del alma.

Notas:
1. Píndaro, Peanes, VIIb, 13-15.

Colección Aleteo de Mercurio 4.
En el Taller Hermético. Notas y bocetos alquímicos.
Ana Contreras.
Ed. Libros del Innombrable, Zaragoza, 2018.



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